Son muchos los emprendedores que ponen su foco en el producto, y no el mercado, este error de enfoque encierra un fuerte peligro para la buena salud del negocio.
No alcanza únicamente con tener un buen producto, porque siempre está latente el riesgo de enamorarse del producto o servicio; esta ceguera puede hacer suponer al emprendedor que la gente correrá a comprarlo en cuanto lo conozca.
La realidad de los clientes es otra, ellos compran para satisfacer necesidades. En consecuencia, el punto de vista del cliente es clave:
Primera tarea: identificar el mercado para desarrollar su negocio proporcionando productos o servicios.
Segunda tarea: segmentar bien, evitando manejarse con un mercado objetivo demasiado difuso como para ser abordado con éxito. Clasificar a los potenciales clientes según diversos atributos, como por ejemplo, capacidad de compra, localización geográfica, rango de edad, etc. Esto ayuda a determinar si el producto o servicio se adapta a sus necesidades y deseos.
Tercera tarea: no olvidar las anteriores y el resto del plan de negocios, es un mapa, es multipropósito, para comunicación, busca de fondos, evaluación de resultados y seguimiento.
La clave consiste en orientarse al mercado, en lugar de desarrollar un producto o servicio y luego buscar un mercado que lo compre.
Fuente: http://ar.hsmglobal.com/notas/58677-mitos-y-realidades-del-negocio-propio
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